La fuerza de voluntad (del libro “La conquista de la voluntad” de Enrique Rojas)
- relajartmasajes
- 17 ene 2016
- 2 Min. de lectura
Nadie llega a la cima del Everest de un día para otro. Tampoco es posible correr 42 km del maratón cuando no ha habido preparación previa, ni menos dejar de fumar por arte de magia.
Es que todas las hazañas del hombre requieren de un solo gran motor y ese es la fuerza de voluntad. Poderosa arma capaz de transformar a cualquier persona. No por nada se dice que las grandes metas no se obtienen gracias a la superioridad de la inteligencia, sino de la voluntad.
Para mi la voluntad es casi tan importante como la inteligencia. Cuando ésta ha adquirido fuerza y vigor, nos ayuda en el empeño de conseguir los ideales de la juventud y, también, los de la madurez. Voluntad significa tener la intención de hacer algo, aunque cueste.
Es querer, a pesar de las dificultades.
La fuerza de voluntad es el impulso interno que nos lleva a vencer los obstáculos y a lograr nuestras metas. No es algo con lo que se nace, pero se puede desarrollar y reforzar. En general, todos tenemos un grado de fuerza de voluntad.
Hay técnicas como partir gradualmente, proponiéndose pequeñas metas realizables, o incluso buscar una fecha especial que sirva para dar el puntapié inicial para este nuevo cambio. Sin embargo, hay algo mas importante que tener en cuenta y es que, para que exista la fuerza de voluntad debe haber, antes que nada, una gran motivación.
Estar motivado significa tener una representación anticipada de la meta, lo cual arrastra a la acción. De ahí emerge buena parte del proyecto personal que cada uno debe tener. Es justamente la motivación la encargada de impulsar a alguien a lograr algo verdaderamente importante. Una meta lejana, pero alcanzable.
Existen también otros factores a considerar a la hora de potenciar la fuerza de voluntad: la paciencia, la constancia, el tener un orden en nuestra cabeza y el sacrificio, son parte sustancial de cualquier logro. Lo primero, es saber qué es lo que deseamos y luego olvidarse del placer de tener siempre todo a mano y casi de manera instantánea. Es fundamental tener claro que, para llegar a la cima, primero hay que renunciar a la satisfacción de lo inmediato.
Cualquier esfuerzo que se haga para sacar lo mejor de uno mismo viene acompañado de alegría. Una persona que se esfuerza por llegar a una meta y lo logra, nunca mas se desanima, pues ya tuvo la oportunidad de comprobar que, gracias a la constancia y al sacrificio, obtuvo un resultado óptimo.
5 Consejos para lograr tus objetivos:
La voluntad implica un aprendizaje gradual. Se consigue repitiendo actos, a veces logrando metas, otras fracasando, pero siempre volviendo a intentar.
Antes de desarrollar la fuerza de voluntad, hay que saber qué queremos. Luego viene la motivación, es decir, la ilusión de querer obtener algo.
Sirve tener objetivos claros y delimitados, desarrollar la paciencia y predicar con el ejemplo.
A medida que aumenta la voluntad, crecen las ganas de esforzarse, sin importar las dificultades.
La fuerza de voluntad se cultiva. Si ya obtuviste una meta, persevera para lograr otra.
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